En la España del Periodo Interrepublicano (⇑), las nuevas generaciones se forjan al calor del catolicismo dominante. Desde que en 1851 se firmara el Concordato, se asume como principio intocable que la religión católica, apostólica y romana sea la «única de la Nación española»; también que las autoridades eclesiásticas poseen el control de la ortodoxia ideológica, teniendo los obispos y demás prelados libertad tanto «para velar sobre la pureza de la doctrina de la fe, y de las costumbres, y sobre la educación religiosa de la juventud» («aun en las escuelas públicas»).
En consecuencia, en esa España del Concordato, no cabe otra cosa que afirmar que la juventud se ha moldeado en los valores del catolicismo imperante. De ahí que algunos, cuando analizan los males de la patria, no puedan menos que reclamar un profundo cambio en la educación de las nuevas generaciones. Eso lo hace en diversas ocasiones Rosario de Acuña, aunque quizás nunca de forma tan descanada como en La jarca de la Universidad (⇑), artículo del que recogemos el siguiente texto:
Nuestra juventud masculina no tiene nada de macho; como la mayoría son engendros de un par de sayas la de la mujer y la del cura o el fraile y de unos solos calzones los del marido o querido resultan con dos partes de hembra: o por lo menos hermafroditas por eso casi todos hacen a pluma y a pelo.
Está claro que para doña Rosario no es aquella juventud la que regenerá la patria: unos jóvenes universitarios, supuestamente lo más selecto de la educación del Concordato, acosan a seis compañeras, hasta el punto de que una de ellas, extranjera y, por tanto, ajena a los piropos, «chicoleos del país», y groserías de todo tipo deja de acudir a clase.
¿No será posible, proletario español, que regeneres la casta? Se hace necesario volver al buen camino, de grado o por fuerza, hay que producir hombres machos; fuertes; valerosos; testificadores de la verdad dura y desnuda; serenos, conscientes de su masculinidad; con todos los atributos de la soberanía viril y, por lo tanto, llenos de dulzura, de bondad, de amor, que son la esenciabilidad de la fortaleza.
Afortunadamente no todo está perdido, pues hay otra juventud que, contra corriente, se atreve a pensar por su cuenta. Y a esos otros jóvenes, «que no forman ni en la piara ni en el millón», no les falta el aplauso y el apoyo de Rosario de Acuña. He aquí un ejemplo:
Muy Sr. mío y de mi estimación:
Recibí tres números de EL IDEAL, que supongo me lo envía para que me congratule de que hay juventud en España que no tiene miedo y es racional. Les doy mi enhorabuena, pero preveo para ustedes largos años de prisión o de emigración; falta mucho tiempo para que vaya haciéndose, en nuestra patria, pueblo consciente, capaz de seguir a guías de voluntad leal y capacidad directora. Mientras exista entre socialistas, anarquistas, republicanos, librepensadores, progresistas, liberales (sabios o ingenuos), la guerra de odios menudos y personalismos imbéciles, atizados por media docena de egoístas, no es posible educar a las masas en una orientación de justicia y libertad, y mientras esto no suceda, el pueblo, como piara de cerdos mal llevados, hozará en todas partes, destrozando labores fértiles, ensuciándose cada vez más, y sirviendo cada vez mejor al millón de vivos que están subidos sobre sus costillas.
¡Pobre pueblo! ¡Pobres de todos nosotros!, los ilusionados por los más nobles y, en España, las más infecundas ilusiones de la vida... De todas formas el esfuerzo de los que no forman ni en la piara ni en el millón es digno de loa. Mi vejez me impide otra cosa que aplaudir a los que caminan por la buena senda y les aplaudo de todo corazón. Sigan... sigan...
Queda de usted amiga
Rosario de Acuña
Gijón, 15 de diciembre de 1916
La carta, publicada en la primera de las ocho páginas del número correspondiente al 23 de diciembre de 1916, iba seguida de una respuesta de la redacción de El Ideal (órgano de las Juventudes Republicanas Revolucionarias de los distritos de Tortosa y Roquetas) que, entre otras cosas decía lo que sigue:
Nos congratulamos infinito, insigne maestra, que nuestras páginas rebeldes y viriles, lleven estampado vuestro nombre, ya que muchos con sus sostenidos personalismos han prostituido las ideas y abandonado a quien les dio días de gloria y esplendor.
Nosotros seremos las muletas en que se apoye su cuerpo, si es que por ser vieja ha perdido las fuerzas y le rehuyen su apoyo los más. Mandad
Nota. Este comentario fue publicado originariamente en blog.educastur.es/rosariodeacunayvillanueva el 31-1-2015
También te pueden interesar
169. En una caja de cerillas
ue a principios del siglo XX cuando la Compañía de Cerrillas y Fósforos, arrendataria del monopolio, decidió poner en circulación una nueva serie de fototipias, la número 27, dedicada en esta ocasión a «célebres poetisas y grandes escritoras», que venía a dar continuidad...
ue a principios del siglo XX cuando la Compañía de Cerrillas y Fósforos, arrendataria del monopolio, decidió poner en circulación una nueva serie de fototipias, la número 27, dedicada en esta ocasión a «célebres poetisas y grandes escritoras», que venía a dar continuidad...
122. Aclamada en un mitin en Turón
El sábado 21 el salón de la Casa del Pueblo de Turón se hallaba abarrotado de un público deseoso de escuchar las palabras de Virginia González. Del acto da cumplida cuenta El Socialista; también de la inesperada presencia...
El sábado 21 el salón de la Casa del Pueblo de Turón se hallaba abarrotado de un público deseoso de escuchar las palabras de Virginia González. Del acto da cumplida cuenta El Socialista; también de la inesperada presencia...
73. El Ateneo Familiar: Rosario y Carlos se encuentran
No en vano lleva el Ateneo el nombre de Familiar. Una verdadera familia, en efecto, parecían las cuarenta personas congregadas. El presidente era un tal Carlos Lamo, joven estudiante de Leyes de apenas veinte años que terminará siendo su inseparable...
No en vano lleva el Ateneo el nombre de Familiar. Una verdadera familia, en efecto, parecían las cuarenta personas congregadas. El presidente era un tal Carlos Lamo, joven estudiante de Leyes de apenas veinte años que terminará siendo su inseparable...
49. «La avicultura en la Montaña» por Pablo Lastra y Eterna
El autor describe a los lectores de El Cantábrico el funcionamiento de la granja avícola que Rosario de Acuña regenta en Cueto «con sus cuidados y con su pericia en la ciencia avícola, los resultados no se hicieron esperar. La producción...
El autor describe a los lectores de El Cantábrico el funcionamiento de la granja avícola que Rosario de Acuña regenta en Cueto «con sus cuidados y con su pericia en la ciencia avícola, los resultados no se hicieron esperar. La producción...
23. Un busto para el colegio Rosario de Acuña
Aunque tras su fallecimiento no faltaran quienes se dedican a enaltecer su memoria, no será hasta la proclamación de la Segunda República cuando empiecen a surgir voces reivindicando la figura de Rosario de Acuña y Villanueva como ejemplo de mujer comprometida...
Aunque tras su fallecimiento no faltaran quienes se dedican a enaltecer su memoria, no será hasta la proclamación de la Segunda República cuando empiecen a surgir voces reivindicando la figura de Rosario de Acuña y Villanueva como ejemplo de mujer comprometida...