Al menos para mí.
Inicios del presente siglo. Entre mis ocupaciones de entonces figuraba la de buscar información referida a la escuela neutra de Gijón. Pasaba horas y horas ante el lector de microfichas, escudriñando cualquier noticia o comentario que con ella tuviera que ver. Así fue como me enteré de la ceremonia de su inauguración, que tuvo lugar el 29 de septiembre de 1911 en el Teatro de los Campos Elíseos.
Cuentan las crónicas que fue todo un acontecimiento, que el aforo estaba completo y que quedaron fuera del recinto centenares de personas, sin poder ocupar una butaca. En el acto tomaron la palabra Antonio Pimentel, catedrático de Francés del Instituto Jovellanos; Eleuterio Alonso, miembro de la Comisión organizadora; Rosario de Acuña y Melquíades Álvarez, que por entonces era diputado de la Unión Republicana. Aunque, como era de esperar, fue el discurso de este último el que ocupó mayores espacios en la prensa gijonesa, la disertación de doña Rosario, titulada «El ateísmo en las escuelas neutras», fue muy alabada, hasta el punto de que hubo un grupo de personas que costeó su impresión como hoja volandera, y que fue profusamente distribuida tanto por la región como por los centros asturianos de Hispanoamérica.
Buscando, buscando, supe que en la Biblioteca Asturiana del Padre Patac, posicionada entre las principales colecciones bibliográficas de temática asturiana, se encontraba una de estas hojas. Como quiera que ya por entonces sus fondos se encontraban depositados en la Biblioteca Pública Jovellanos, hasta allá me fui.
La leí una vez; la volví a leer varias veces. Me sorprendió. La autora del escrito no se ajustaba a la imagen que me había llegado de ella: masona, feminista y atea; allí había más, en aquel texto se vislumbraba una personalidad mucho más rica, y aquellas tres palabras resultaban insuficientes para describirla, tanto que poco a poco fui añadiendo alguna otra: dramaturga, montañera, animalista, combativa, poeta, regeneracionista, librepensadora, avicultora, propagandista, solidaria, exiliada, iberista, puritana, filo-socialista, autodidacta, deísta, transgresora, republicana, melómana... Intrigado por lo que había leído y dado que apenas sabía cuatro cosas sobre ella, fue entonces cuando en el archivo de mis investigaciones abrí una nueva carpeta con el título «Rosario de Acuña»... que aún sigue abierta, veintitantos años después.
A finales de 2004 me propusieron «publicar algo sobre Rosario de Acuña». La propuesta vino a trastocar el esquema que me había trazado y que estaba siguiendo; me asaltaron dudas acerca de que esta primera publicación hiciera inviable aquella otra en la que llevaba un tiempo trabajando. La respuesta que me di entonces ha guiado mi proceder durante este tiempo: no tiene ningún sentido acumular documentos y datos, hacer acopio de información (buscar, encontrar y almacenar), la investigación debe de ser compatible con la divulgación. Así que, con los debidos ajustes, se publicaron las dos obras.
- Rosario de Acuña en Asturias (⇑), Gijón, Ediciones Trea, 2005.
- Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑), Gijón, Zahorí Ediciones, 2009.
La primera, no prevista inicialmente, se centró en su etapa en Asturias; se completó con los escritos que durante este tiempo publicó el diario gijonés El Noroeste. La segunda, siguió su proceso y se editó tiempo después. Bien. Ya se publicó la monografía, ya vio la luz «la heterodoxa», pero ¿qué hacer con la nueva documentación que se va almacenando en las carpetas?, ¿qué hacer con los escritos suyos que van apareciendo? Lo dicho. Es necesario que se conozca; no resulta apropiado que siga guardado en las hemerotecas, en los estantes de los archivos. Ese mismo año publico en la Red Rosario de Acuña y Villanueva - Vida y obra (⇑), una página donde se recogen los hechos más significativos de su biografía, varios centenares de sus escritos y una detallada bibliografía con referencias actualizadas a todo cuanto se va publicando sobre ella.
A diferencia del formato papel, el contenido digital es mucho más ágil e inmediato. No obstante, había cosas que, necesariamente habrían de quedar fuera de este nuevo espacio, pues mi pretensión era que la página resultara predecible para quienes se acercaran a ella: que pudieran consultar los capítulos más destacados de su biografía (⇑), que pudieran leer buena parte de sus escritos (⇑), en la actualidad algo más de quinientos. Su vida, su obra.
Como complemento de la página, para dar cabida a otras informaciones con ella relacionadas, a eventos, reseñas, dudas o rectificaciones, surgió el blog Rosario de Acuña y Villanueva - Comentarios, que es el lugar donde ahora nos encontramos y, que como puedes observar, ha alcanzado ya tres centenares de artículos. Aquí se ha dado cuenta de su inclusión en Proyecto Ensayo Hispánico (⇑), compartiendo espacio con Ortega y Gasset, Octavio Paz, José Martí, Simón Bolivar o Emilio Castelar; de la recuperación de la tumba de su madre (⇑) en el cementerio santanderino de Ciriego; de la sorprendente aparición de un archivo suyo (⇑) en la Biblioteca Histórica Municipal de Madrid; de la puesta en marcha en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes de un portal a ella dedicado (⇑) o de la iniciativa para que la estación de ferrocarril gijonesa pase a denominarse Estación de Gijón - Rosario de Acuña (⇑).
Parece fuera de toda duda que, en este asunto de la divulgación, la red informática que denominamos internet resulta un instrumento muy eficaz, como bien prueban las estadísticas de lectura, tanto de la página como del blog: son millares y millares las personas que han accedido desde España, sí, pero también desde México, Colombia, Brasil, Argentina, Estados Unidos, Suecia, Alemania o Francia. No obstante, creo que. en asunto de divulgación, no conviene olvidar otros soportes más cercanos y tradicionales. De ahí que no desaprovechara ocasión para publicar algún artículo en el diario gijonés El Comercio (⇑); en la prestigiosa revista cultural Asturies, memoria encesa d’un país, en cuyo número 42 vio la luz «Una muyer exemplar que quiso vivir y morrer n´Asturies» (⇑), o la treintena de escritos que con ocasión del centenario de su muerte publicó La Nueva España durante meses con periodicidad quincenal (⇑).
Hablando de cercanía, nada mejor que compartir tiempo y espacio con las personas interesadas en conocer quién era Rosario de Acuña. Cierto es que el mensaje llega a menos personas, pero también lo es que el hecho de salir del lugar habitual de trabajo e interactuar con la gente te permite comprobar si lo que tu crees interesante lo es también para el resto; puedes percibir si lo que cuentas les aburre o les interesa. Además están las preguntas del final que, en ocasiones, resultan de lo más gratificante.
Guardo especial recuerdo del encuentro que mantuve con alumnas (la mayoría) y alumnos de la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias: estaban preparando el espectáculo ROSARIO Reflejo de Acuña (⇑), querían conocer mejor a doña Rosario y sus intervenciones me demostraron que se habían metido de lleno en el personaje. Lo mismo me sucedió con el alumnado de sexto curso del Colegio Público Príncipe de Asturias: para mi sorpresa, mantuvieron su atención durante casi dos horas de reunión, realizando preguntas muy atinadas, tomando notas y siguiendo con detalle cuanto se decía.
No fueron los únicos encuentros. En estos años he aceptado varias invitaciones que me hicieron llegar para hablar sobre algún tema de interés relacionado con Rosario de Acuña. He aquí algunas de estas charlas o conferencias:
«De "señora de Laiglesia" a combativa feminista» (⇑)
Centro de Cultura Antiguo Instituto, Gijón, 8 de abril de 2010
«Rosario de Acuña y la naturaleza humana: El crimen de la calle de Fuencarral» (⇑)
Club La Nueva España de Gijón, 2 de mayo de 2013
Investigar y divulgar. Llevaba ya unos cuantos años buscando el rastro de El crimen de la calle de Fuencarral, un escrito suyo publicado en 1888 del que no se conservaba copia alguna en los archivos y bibliotecas que fui consultando, y eso que no debieron de ser pocos los folletos que se editaron por entonces, habida cuenta del interés que despertó en la opinión pública aquel suceso. Sin embargo, no había forma de encontrar uno solo, tan difícil resultaba que José Bolado no pudo incluirlo en las Obras reunidas, que vieron la luz entre los años 2007 y 2009. Al lado de la cita añadió «Falta». Indagué e indagué; seguí alguna prometedora pista que me llevó hasta la Biblioteca Británica, la British Library, en cuyos catálogos figuraba... Pero ya no está, había sido destruida durante los bombardeos alemanes que padeció Londres en la Segunda Guerra Mundial. Al final, la fortuna se alió con el esfuerzo y pude hacerme con un ejemplar que pude localizar donde menos me esperaba.
- El crimen de la calle de Fuencarral (⇑), Madrid, Ediciones 19, 2017.
- Rosario de Acuña, Hipatia (1850-1923) Emoción y razón (⇑), Madrid, Abada Editores, 2019.
- ¿Quién fue Rosario de Acuña? (⇑), Albacete, Uno Editorial, 2017.
- Rosario de Acuña (⇑), Madrid, Prisanoticias Colecciones, 2019.