11 agosto

11. El último adiós de El Socialista


«No soy socialista en el sentido dogmático y científico de la palabra», escribió en cierta ocasión, en una carta (⇑) fechada en el verano de 1915 y dirigida al presidente de la Agrupación Socialista Gijonesa. Aunque, ciertamente,  y que  rechazara pertenecer a cualquiera de los «ismos» que componían el grupo de los «verdaderos liberales» (ya fueran republicanos, socialistas, anarquistas o, más tarde, comunistas), bien puede decirse que Rosario de Acuña y Villanueva –al menos en los últimos años de su vida– mantuvo relaciones cordiales en los círculos socialistas. No faltan ejemplos que así lo parecen indicar. A la vieja amistad que le une a Isidoro Acevedo, nacida en los años en que ambos residían en Santander, hay que añadir la de Teodomiro Menéndez (⇑) a quien apoya públicamente en la campaña electoral de 1919, o la de Virginia González, dirigente nacional que coincide con ella en algunos mítines celebrados en Asturias (⇑)... No hay que olvidar tampoco que doña Rosario afirma en 1917 que solo lee El Socialista y algunos periódicos portugueses, ni que su figura adquiere cierto protagonismo en las celebraciones del Primero de Mayo desde que retornara a Gijón tras el exilio portugués, gracias a la iniciativa de las Juventudes Socialistas de invitarla en 1914 a los actos que organizan ese día, y que más tarde proseguirán las sociedades obreras acudiendo hasta El Cervigón para rendirle su homenaje.

Fragmento de la primera página de El Socialista, 8-5-1923

Precisamente el Primero de Mayo de 1923 tuvo lugar la última de estas visitas, pues la homenajeada fallecía cuatro días después. Pues bien,  El Socialista se despidió de la ilustre librepensadora con una necrológica publicada el 8 de mayo y con un artículo firmado en León por Manuel Tejedor que lleva por título «La solitaria de El Cervigón» (⇑) y que apareció en sus páginas el día 19.

La necrológica decía así:

 A la avanzada edad de setenta y dos años ha fallecido en su apartado retiro de Gijón la notabilísima escritora e incansable paladín de los ideales democráticos y de libertad de conciencia doña Rosario de Acuña.

Cultivó con fortuna diversos géneros literarios, alcanzando éxitos resonantes con el estreno de algunas obras dramáticas de marcado carácter anticlerical.

Como periodista, publicó numerosos trabajos, en los que campea la brillantez de su estilo vigoroso y una sólida cultura, que acreditaba lo profundo y constante de sus estudios.

Fragmento de la necrológica publicada en El SocialistaReaccionando briosamente contra la gazmoñería dominante en la educación de las mujeres, supo mantener siempre la pureza de sus convicciones racionalistas, a las cuales ha sido fiel hasta en sus últimos momentos, disponiendo que su entierro fuera civil, como se ha celebrado, concurriendo gran número de trabajadores, entre los cuales contaba con merecidas simpatías.

Su fina sensibilidad de mujer y de ciudadana se expresó últimamente en una inflamada protesta contra la guerra de Marruecos, redactando un sentidísimo manifiesto a las madres españolas que recogimos íntegramente en las columnas de EL SOCIALISTA.  [Se refiere al primero de los tres artículos  que con el título «¡Justicia!... ¡Justicia!... ¡Justicia!» (⇑) fue publicado por  El Noroeste el 7 de diciembre de 1922 y que apareció posteriormente en la edición de  El Socialista correspondiente al  21 del mismo mes].

Rendidamente tributamos a Rosario de Acuña el efusivo homenaje de nuestra admiración por su vida ejemplar y la obra de cultura que realizó entre los trabajadores

Para completar el homenaje que le dispensa el diario de los socialistas, dos días después publica en su primera página un cuento suyo, titulado El baratero (⇑), que había escrito en el verano de 1917, aquel en el que, de nuevo, estuvo en el punto de mira de unas autoridades que no dejaban de sospechar de ella, a pesar de su edad, por las buenas relaciones que la escritora mantenía con socialistas, reformistas y anarquistas en vísperas de la huelga general que por entonces se estaba preparando.




También te pueden interesar 
 
 
Presentación de Rosario de Acuña y Gijón283. «Jovellanos y Rosario de Acuña son los dos personajes fundamentales de Gijón»
Acudí a la cita teniendo en mente aquella frase que había pronunciado días antes el Cronista Oficial de la Villa de Gijón. Era una excelente ocasión para refrendar tal reconocimiento...
 
 

El cuarto estado (Il Quarto Stato), óleo de Giusseppe Pellizza (Museo del Novecento, Milán) 213. Preparando el centenario
Hace unos meses, una concejala del Ayuntamiento de Gijón se interesaba por conocer cuáles eran mis propuestas al respecto. Por diversas circunstancias no se las pude hacer llegar entonces. Quizás ahora sea buen momento... 
 

Fragmento de un grabado publicado en 1876173. Sinfonía de animales
Su amor por los animales era un sentimiento que se alimentaba con la admiración que le producía la atenta observación: en su comportamiento se ponían de manifiesto los principios inexorables de su adorada... 
 

Fragmento del escrito de la Agrupación Feminista84. El apoyo de la Agrupación Feminista Socialista
Desde aquel día tuvimos preparados los hatillos para ingresar en la cárcel, pues, pensando lógicamente, suponíamos ir a parar allí, toda vez que, por la ciudad, la traílla policíaca honoraria   decía...


Fragmento de la carta publicada en Las Dominicales34. Pidiendo por las calles de Pinto
Una epidemia de cólera causa estragos en el Levante español. En Murcia causó los mayores estragos a juzgar por el elevado número de defunciones, los aislamientos, las partidas de auxilio para los damnificados. Rosario de Acuña se echa a las calles...

Rosario de Acuña y Villanueva. VIDA y OBRA (⇑)

Pulsa en la imagen para acceder a la página



 
© Todos los derechos reservados – Se permite la reproducción total o parcial de los textos siempre que se cite la procedencia 
Comentarios, preguntas o sugerencias: info.rosariodea@gmail.com