En la Casa de Rosario de Acuña
El pasado día 3 de mayo, dos días antes de que se cumpliera el centenario de su muerte, se inauguró en Gijón la exposición «Rosario de Acuña y Villanueva (1850-1923). Una aproximación desde el Archivo José Bolado».
Aunque es posible que no lo hayamos verbalizado en ninguna de nuestras largas conversaciones telefónicas o en los correos y mensajes que nos hemos cruzado en estos últimos meses, estoy convencido de que María José Lacalzada y quien esto escribe hemos coincidido desde el principio en cuáles eran los objetivos que debían de impulsar esta exposición que nos encargaron organizar con motivo del centenario de su muerte. Si bien, como parece lógico, la finalidad principal de la misma no podía ser otra que la de acercar la figura de Rosario de Acuña a quienes tuvieran interés en conocerla, también pretendíamos que sirviera para mostrar una parte del Archivo José Bolado (AJB), aún pendiente de catalogar, y para recuperar la Casa de Rosario de Acuña, que ha permanecido cerrada durante los últimos años.
Como quiera que ya lleva abierta unos días y en este tiempo ya me han hecho llegar dudas y consultas, creo conveniente hacer públicos los siguientes apuntes, por si pudieran resultar de interés para quienes la visiten.
1. El edificio que conocemos como Casa de Rosario de Acuña no es en la que vivió doña Rosario: la suya era de dimensiones más reducidas, mucho más modesta. Aunque en el proyecto que se realizó en el año 1990 para la construcción de una escuela-taller se pretendió respetar la antigua forma del edificio con un cuerpo central y dos laterales de menor altura, sus nuevos usos obligaron a aumentar tanto la planta (con un nuevo espacio al norte) como su altura (con la incorporación de un piso intermedio y un sótano). Al final, la superficie construida pasó de los poco más de 180 metros cuadrados originales a los cerca de 600 de la edificación actual.
2. El sarcófago que encontramos en el exterior no tiene ninguna relación ni con su primera propietaria ni con los que lo fueron con posterioridad, tras la venta efectuada por su heredero en 1930. Al parecer, habiendo sido hallado años atrás en una finca de una parroquia gijonesa, no se encontró otro lugar para depositarlo que el recinto de la escuela-taller.
3. Lo que sí había en la casa de doña Rosario eran gallinas, flores y frutales. De ahí que, entre las tareas de adecuación realizadas en las últimas semanas, además de la limpieza del interior y la pintura de la fachada, se haya plantado un peral y tres higueras, como las que había por entonces, y habilitado una zona con un pequeño huerto y otra con algunas plantas ornamentales.
4. Como quiera que, además de textos y de imágenes, en la mayoría de los paneles de la exposición aparece también un código QR, como el que aquí se muestra, se recomienda comprobar que nuestro teléfono móvil tenga instalado el programa necesario para su lectura. Solo así se podrá tener acceso a los diferentes audios, de corta duración, en los cuales las alumnas de la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias (ESAD) ponen voz a las palabras escritas por Rosario de Acuña, a pequeños fragmentos de sus textos que guardan relación con el tema de que se trate (En este caso, también se puede escuchar uno de ellos pulsando aquí ⇑)5. La exposición ocupa la planta baja del edificio y la distribución de los distintos elementos que la integran se ha ajustado a los espacios disponibles, sugiriendo de esta manera un itinerario para su visita: vestíbulo, dos locales a la izquierda (Gijón, Casa), la sala central y, por último, los dos cuartos situados a la derecha (Homenaje, Despedida).
6. En la sala central se encuentra una vitrina en la cual se hallan expuestas las obras de Rosario de Acuña, tanto las ediciones originales como aquellas otras que se publicaron tras su muerte. En la última de las dos salas que se encuentran a la derecha del vestíbulo (Despedida) están instaladas otras dos vitrinas con las publicaciones que desde el año 1985 se han dedicado a estudiar diferentes aspectos sobre la vida y la obra de doña Rosario. Todas ellas proceden del AJB, que en las últimas semanas ha visto incrementados sus fondos con algunas donaciones: sin duda, una de las vías apropiadas para mantenerlo actualizado.
7. Además de los audios grabados por las alumnas de la ESAD poniendo su voz a las palabras de Rosario de Acuña y de los fondos bibliográficos que se exponen, también resultan de gran interés tanto la colección de fototipias «Célebres poetisas y grandes escritoras» (unos cromos que a principios del siglo XX se entregaban encartados en las cajas de cerillas para ser coleccionados en un álbum editado con esa finalidad), como el escrito titulado Más allá de la muerte (sala Homenaje), que por expresa decisión de su autora no habría de ser publicado hasta después de su fallecimiento, y cuyo original se conserva en el AJB.
Para finalizar, creo que no está de más recordar tanto los horarios como la ubicación de la Casa
- La exposición puede visitarse en los días y horas que se especifican a continuación: miércoles, jueves y viernes de 17.00 a 20.00 horas; sábados y domingos, de 12.00 a 14.00 horas y de 17.00 a 20.00 horas; lunes y martes, cerrado.
- La Casa de Rosario de Acuña se encuentra en la siguiente dirección: Camino de los Arces, 1258, Gijón (ver mapa ⇑)
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