A medida que se iba aproximando el centenario de su muerte, tanto en Pinto como en Gijón hubo quien empezó a hablar del asunto, de la oportunidad de organizar algún acto que la recordara cien años después de su fallecimiento. De las intenciones se pasaron a los hechos, y antes de que se iniciara 2023 ya conocíamos el programa de actos que tanto en Gijón como en Pinto se había preparado (⇑) para recordar a quien fue una de sus vecinas más ilustres y ejemplares.
Entra las actividades programadas por el Seminario de Historia Local de Pinto se encuentra una visita a Gijón del viernes 5 de mayo (día del centenario de la muerte de Rosario de Acuña) al domingo día 7. Se tiene previsto realizar una caminata hasta el lugar donde se halla la que fuera su casa en El Cervigón y acercarse hasta el cementerio civil, donde se encuentra su tumba. La noticia del viaje llegó al Ayuntamiento de Gijón y, como no podía ser de otra manera, se coordinaron los actos programados para esos días.
A las seis de la tarde del día 5 y en el Museo del Pueblo de Asturias, la delegación pinteña, presidida por la concejala de Mujer, Antonia Soguero, y el presidente del Seminario de Historia Local (SHLP), Luis Roldán, fue recibida en el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón por la alcaldesa de la ciudad, Ana González, la concejala de Memoria Histórica, Salomé Díaz, y el concejal de Cultura, Manuel Ángel Vallina. Allí pude saludar a algunos integrantes del SHLP, a Luis Roldán (presidente), a Mario Coronas (vicepresidente), a Antonio García, comisario de la exposición Rosario de Acuña y Villanueva (1850-1923): Vigencia de una pensadora, de la cual ya he dado cuenta en un comentario anterior (⇑); también a Eulalia Ramírez, promotora y organizadora de varias rutas por Madrid bajo el nombre «Las Invisibilizadas», que actualmente está preparando una que tiene a Rosario de Acuña por protagonista; o a Asunción Bernárdez, profesora de la Universidad Complutense, directora del Instituto de Investigaciones Feministas de la citada universidad y autora de Rosario de Acuña: Ráfagas de huracán, obra de teatro estrenada en el Centro Dramático Nacional en octubre de 2018 (⇑).
Desde el Museo del Pueblo de Asturias nos trasladamos al Teatro Jovellanos para asistir al estreno de Rosario. Reflejo de Acuña, el espectáculo que uno de los grupos de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Asturias (ESAD) llevaba meses preparando, bajo la dirección del profesor Francisco Pardo. Creo que la expectación se me notaba en la cara: nada de lo que pasara en el escenario me resultaba ajeno. Semanas atrás había conversado largo y tendido con su director; luego estuve en la ESAD para hablar con el alumnado de la asignatura Taller de Nuevas Dramaturgias, las actrices y los actores que ahora iban a salir al escenario y que entonces, por las preguntas que me hicieron, me habían demostrado que se habían metido de lleno en el personaje; también había leído el guion, el texto final del espectáculo con sus trece escenas... Todo iba a salir bien...
Bien, no, ¡fenomenal! Al final, a mí se me nublaron los ojos y el público aplaudió con ganas. A la salida: coincidencia en los parabienes. Hubo incluso quien hablaba de la conveniencia de que aquella no fuera la única representación, de que hubiera más en otros lugares de Asturias. Posteriormente y ya con más calma, escribí acerca del espectáculo que había visto, y disfrutado: «un montaje sugerente y emotivo, de gran plasticidad y dinamismo, que nos va mostrando los hitos más importantes de su biografía, recuperando su pensamiento librepensador y la vigencia de su lucha» (La Nueva España, 8 de mayo de 2023).
Sábado 6 de mayo. Como cada año por estas fechas, diversas asociaciones gijonesas mantienen vivo el recuerdo de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen (5 de mayo de 1945) y de la muerte de Rosario de Acuña (5 de mayo de 1923). Con este motivo se desplazan por el sendero de El Cervigón hasta el Monumento a los asturianos deportados a los campos nazis, descendiendo posteriormente hasta la Casa de Rosario de Acuña. En esta ocasión, la delegación de Pinto se unió en el homenaje al Ateneo Obrero de Gijón, la Sociedad Cultural Gijonesa, la Tertulia Feminista Les Comadres, la Logia Rosario de Acuña y la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR). Tras una agradable caminata por el sendero litoral (incluido el tramo que lleva el nombre de nuestra protagonista (⇑), como bien señalan las placas que, por fin, treinta y tres años después de que fuera aprobado por el pleno municipal, así lo indican a quienes por él transitan) llegamos hasta la escultura-monumento erigida en recuerdo de las víctimas de la barbarie nazi.
Llegados a las puertas de la remozada casa, tuvo lugar el homenaje a Rosario de Acuña con la intervención de las distintas entidades convocantes (también la de Antonio García Menéndez, representante del Seminario de Historia Local de Pinto, quien se refirió al pasado pinteño de doña Rosario y abogó por la cooperación entre las dos localidades para preparar conjuntamente la celebración del 175 aniversario del nacimiento de la ilustre librepensadora en el año 2025). Acto seguido, la alcaldesa de Gijón y la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Pinto colocaron un ramo de flores ante el retrato de Rosario de Acuña instalado en la fachada de su casa, anunciando la exposición que se muestra en su interior, y que fue visitada posteriormente, con la recomendación previa, eso sí, de tener activado en el móvil un lector de códigos QR, lo cual nos va a permitir leer los que se encuentran en los paneles y, de esa manera, poder escuchar las palabras de doña Rosario en las voces de las alumnas de la ESAD.
Por la tarde le toca el turno a la Ruta Cultural Rosario de Acuña (⇑), elaborada por Carmen Suárez, y que nos invita a recorrer aquellos lugares de la ciudad que estuvieron, de una u otra forma, vinculados a esta ilustre vecina afincada en El Cervigón. Aunque la expedición realizó alguna que otra modificación, la ruta se inicia en La Escalerona, desde donde podemos observar la Casa de Rosario de Acuña, para continuar después por la Ciudadela de Celestino Solar, los teatros Jovellanos, Robledo y Dindurra, la calle Covadonga (donde tuvo su sede el diario El Noroeste y la Escuela Neutra), el teatro de los Campos Elíseos, para finalizar en El Muro, en las proximidades del lugar en el que tiempo atrás se alzaron las Casas de Veronda (Beronda), sede del Ateneo Obrero en los años veinte y treinta del pasado siglo. La ruta incluye dos finales opcionales: la que fuera su casa y su tumba. Como en la primera ya estuvimos, nos queda pendiente la visita al cementerio civil. Quedamos para la mañana siguiente, la del domingo 7 de mayo.
Cuando el autobús que trasladaba a la delegación pinteña llegó a las puertas del cementerio, allí se encontraban ya quienes habían sido sus habituales acompañantes durante la visita, en todos y cada uno de los actos programados. No faltó el Ateneo Obrero (representado, como sucedió en este caso, por su presidente Luis Pascual, por la vicepresidenta Emilia Vázquez o por los dos); tampoco la historiadora Carmen Suárez, ni la concejala Salomé Díaz; ni la directora de Igualdad, Goretti Avello; ni la jefa de servicio de Igualdad, Adelina Lena.
Una vez en el interior del recinto, la expedición se acercó hasta la austera tumba de Rosario de Acuña, en cuya lápida tan sólo figura un ladrillo con sus iniciales, como ella había dejado escrito en su testamento (⇑). Tras la visita, el blanco y desnudo mármol quedará temporalmente ataviado con el ramo de flores que allí depositaron el presidente y vicepresidente del Seminario de Historia Local en nombre del pueblo de Pinto. A continuación, Antonio García Menéndez nos guió por los pasillos del cementerio civil, donde pudimos ver las tumbas de algunos conocidos masones gijoneses como la de Eleuterio Alonso Álvarez, uno de los promotores de la Escuela Neutra; también la del socialista Eduardo Varela, a quien Rosario de Acuña homenajeó confeccionando con sus propias manos una corona de flores, tal y como ella dejó escrita en una carta remitida en 1915 al presidente de la Agrupación Socialista Gijonesa (⇑).
El recorrido por el cementerio civil y la ofrenda floral sobre la tumba de Rosario de Acuña Villanueva pusieron término a la visita que una expedición de la localidad pinteña realizó a Gijón para recordar a quien fue una de sus ilustres vecinas con ocasión de cumplirse el centenario de su muerte. Las ciudades de Pinto y Gijón se unieron en el homenaje que en el mes de mayo de 2023, cien años después de su muerte, rindieron a esta mujer ejemplar que en Pinto renació y en Gijón pasó los últimos años de su vida.
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