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22 junio

270. ROSARIO Reflejo de Acuña

 

Según ha contado Francisco Pardo –profesor de la Escuela Superior de Arte Dramático de Asturias (ESAD) y director del espectáculo–,  la propuesta que les planteó la Oficina de Política de Igualdad del Ayuntamiento de Gijón suponía todo un reto. Se trataba de representar una obra con motivo del centenario de la muerte de Rosario de Acuña, una autora de la que conocían más bien poco. Como quiera que los retos suelen funcionar como estimulantes activadores, se pusieron a ello.  

Lo primero que hicieron fue encuadrar el proyecto en la asignatura Taller de Nuevas Dramaturgias, lo cual les permitía dejar abiertas todas las posibilidades sobre el planteamiento final de esa futura obra,  que  se convirtió en el contenido vertebrador de la programación del curso. 

A medida que conocía al personaje (visitando la página Rosario de Acuña y Villanueva. Vida y obra (⇑) y leyendo los comentarios de este blog, según me ha dicho), iba tomando fuerza la idea de que, más que sus obras dramáticas, más que Rienzi o El padre Juan, lo interesante de Rosario de Acuña era su propia vida. Las escenas fueron apareciendo entonces una tras otra en ese escenario virtual que va diseñando la tinta sobre el papel: su enfermedad ocular, el asalto al tren en el que viajaba a Gijón desde Madrid, sus primeros éxitos como poeta y dramaturga, la campaña de Las Dominicales, la fiesta del librepensamiento, el escándalo de El padre Juan, su experiencia como avicultora, el discurso de la Escuela Neutra, La jarca... Ahí estaba: una película biográfica sobre el escenario, una biopic sobre las tablas.

«El deseo de recuperar la biografía de Rosario de Acuña en el centenario de su fallecimiento ha impulsado este espectáculo con el objetivo de divulgar y actualizar su discurso librepensador». 

Bien. Ya está claro lo que se quiere contar, también que lo que se cuente se ajuste a los datos históricos. En cuanto a la manera de contarlo, todo cabe... ¡Esta es la asignatura denominada Taller de Nuevas Dramaturgias! Se abre el abanico: proyecciones, interacción con el público, música, danza... Además se otorga libertad de creación al alumnado, a las actrices, a los actores: Iris Alonso,  Álvaro Bacigalupe Bango, Pelayo Carrizo, Mario Castro Noval, Lidia Dago, Paula Lasheras, Alba Madueño,  Ana Rosa Martín, Ramón Mira Rodríguez, Agnes Ornia Luna, Raúl Pendás Álvarez, Carmen de Picoaga, Emma Quintana Llorián,  José Miguel Rodríguez González, Asier Rupérez, Carla Suárez, Ana Valle,  Caterina Vázquez,   Diego Velasco Camarzana.  

Tras varios meses de preparación, de pruebas, de aportaciones, el trabajo está concluido. La suerte está echada. El viernes cinco de mayo del año veintitrés, el día en el que se cumple el centenario de la muerte de Rosario de Acuña y Villanueva, el concurrido patio de butacas del gijonés Teatro Jovellanos se muestra expectante ante el inicio del espectáculo ROSARIO Reflejo de Acuña.

En el programa de mano podemos leer este texto que bien parece toda una declaración de intenciones: «La fama de la protagonista como escritora está unida a su personalidad polemista y audaz, siempre a la vanguardia de las controversias de su tiempo sobre la enseñanza, la cultura, el trabajo y la igualdad de derechos. El tiempo no ha apagado su voz. Nos sigue hablando. La lucha continúa».

Sobre el escenario fueron tomando forma y vida las variadas facetas de una Acuña plural, que no fue encarnada por una sola actriz, sino por todas ellas, las cuales en un momento u otro se convirtieron en protagonista, en Rosario. Cambios de iluminación, juegos de luces y de sombras, siluetas sobre una pantalla, música, danza... Ramdow se marcó un rap... El público no se pudo contener y aplaudió. Un aplauso unánime y espontáneo que no figuraba  en el guion.

Mujer de patria dormida,
Y el libre pensar por bandera,
De paso firme y valiente,
Danos tu luz compañera.
Que en la vida las mujeres,
Que en la vida las mujeres,
Han de romper su condena 

«Está la pluma tan cargada de dolor, que no sabemos cómo empezar estas líneas amargas. Pero hay que escribir, aunque no sea más que por imitarla a ella, Hay que escribir por ella, pensando en su pluma, que se mojó en todas las rebeldías y se mojó en todas las ternuras, y fue constantemente honda para arrojar ideas, arado para abrir surcos en los páramos del fanatismo y la ignorancia, escudo para los débiles y los oprimidos, llama deslumbrante de pasión generosa y de inquietudes renovadoras. Escribir con llanto, diluir en lágrimas el sentimiento que culmine en nosotros ante la desaparición corpórea de la mujer inmortal que amó y luchó hasta el fin como una Elegida». 

Que en la vida las mujeres,
Que en la vida las mujeres,
Han de romper su condena.

Lo que siguió al «He dicho» de la actriz fue una salva de aplausos que durante varios minutos anegó el escenario de agradecimientos.

En los días siguientes no fueron pocas las personas que me hablaron de la obra, las unas para alabarla, las otras para lamentar su ausencia ese día de estreno. No faltaron quienes me preguntaron si no habría nuevas representaciones. Sé que hay personas dispuestas a llamar a alguna puerta por si fuera posible que ROSARIO Reflejo de Acuña volviera a tomar vida en otros escenarios asturianos. Tiempo al tiempo. Mientras tanto, a la espera de que terminen de cuajar esas iniciativas, aquí os dejo (no es lo mismo, ya lo sé) la grabación de la obra que la ESAD ha colgado en su canal de Youtube. 

= = = = =

Nota. Finalizaba este comentario hablando del interés que la obra había despertado, de los lamentos de quienes no pudieron acudir el día del estreno, de la posibilidad de nuevas representaciones... Pues bien, año y pico después retomo el escrito para decir que ROSARIO Reflejo de Acuña estará, sin duda, de nuevo en los escenarios, habida cuenta de que tanto el texto teatral como el cuaderno de dirección han quedado recogidos en una publicación que ha visto la luz a finales de 2024 y que fue presentada el 19 de marzo del presente año. 

Con la intención de recuperar aquellos momentos, la tarde del 5 de mayo de 2023,  reproduzco aquí este fragmento del prólogo: «Tras varios meses de preparación, de pruebas, de aportaciones, el trabajo está concluido. La suerte está echada. El viernes cinco de mayo del año veintitrés, el día en el que se cumple el centenario de la muerte de Rosario de Acuña Villanueva, el concurrido patio de butacas del gijonés Teatro Jovellanos se muestra expectante ante el inicio del espectáculo ROSARIO Reflejo de Acuña. Tal es el interés que una expedición procedente de Pinto que tenía prevista su llegada a última hora de la tarde, anticipó su salida de la villa pinteña para poder estar presente en el teatro.

El ojo que, al inicio de la segunda escena, se abre y se cierra en el negro escenario al ritmo de la música no estaba en el texto, pero añade tensión a nuestra mirada para escuchar el dolor que los suyos sintieron en la infancia. Las luces dan paso a cada una de las Acuñas que se suceden en la palabra. El inesperado pitido de un tren agita al público en las butacas… Miro a mi alrededor y me pregunto si seguirán hasta el final con la misma atención que ahora observo. Una canción carlista me hace fijar de nuevo la vista en el escenario...».

Y en el enlace se puede descargar la publicación completa, en formato PDF (Pulsar)






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Rosario de Acuña y Villanueva. VIDA y OBRA (⇑)

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17 junio

269. Un faro en El Cervigón

 

Hoy es el día señalado para que se constituyan las corporaciones municipales que resultaron elegidas en las elecciones del 28 de mayo. También lo hará la de Gijón. Las veintisiete personas que la integran seguro que son conocedoras de que en este 2023 se cumplen cien años de la muerte de una ejemplar gijonesa llamada Rosario de Acuña y Villanueva; también de las actividades que se vienen realizando en la ciudad con este motivo (y de las que están programadas para los próximos meses). Por si no fuera así y dado que a ellas les corresponderá tomar decisiones acerca de diversos asuntos que quedan pendientes, creo oportuno recuperar en este primer día del nuevo Ayuntamiento gijonés el escrito aparecido en las páginas de La Nueva España hace escasas semanas, la última de las entregas de la serie a ella dedicada (⇑).


 Un faro en El Cervigón

 

El pasado viernes se cumplieron cien años de la muerte de Rosario de Acuña y Villanueva, que falleció en su casa de El Cervigón el 5 de mayo de 1923, como consecuencia de un derrame cerebral que le sobrevino mientras trajinaba por su casa. A pesar de que a la mañana siguiente no apareció mención alguna en los periódicos («Prohíbo terminantemente todo entierro social, toda invitación, todo anuncio, aviso o noticia ni pública ni privada, ni impresa, ni dada de palabra que ponga en conocimiento de la sociedad mi fallecimiento»), la noticia corrió por la ciudad, razón por la cual muchas fueron las personas que se acercaron hasta El Cervigón para rendirle su último homenaje. 

El Cervigón en el primer plenilunio de 2023
 

Aquel primer domingo del mes de mayo amaneció lluvioso, lo cual no fue obstáculo para que numerosos gijoneses, integrantes del pueblo llano, del que vive, como ella ha vivido en los últimos tiempos, en las estrecheces cotidianas, se dieran cita a las puertas de su casa para despedir a aquella vecina ejemplar que, renunciando a las comodidades que su cuna le había brindado, se dedicó a luchar por la libertad de conciencia y a defender a los más desfavorecidos. La lluvia tampoco impidió que fueran muchas las mujeres que, abandonando su reducto doméstico, se echaron a la calle para para decir el último adiós a aquella gijonesa que, «siendo mujer, se atrevió, en España, a vivir como persona y por su cuenta», para testimoniar su gratitud a aquella compañera que había luchado los últimos cuarenta años de su vida por la dignidad de todas ellas.

 El acto de despedida debía de atenerse fielmente al guion que la dramaturga había escrito en su testamento: su cuerpo habría de ser depositado «en la caja más humilde y barata que haya» y conducido en el carruaje más pobre, «en el que no haya ningún signo religioso ni adornos o gualdrapas, de ninguna clase». Lo que ella no había previsto es que ni siquiera el modesto coche que aguardaba en las proximidades resultara necesario. A pesar de la lluvia incesante, el féretro fue portado a hombros por las calles de la ciudad, seguido por un numeroso cortejo. Una vez en el cementerio civil, la comitiva despidió por última vez a quien había sido su ilustre vecina. Allí, en el otro extremo de la villa, en una sepultura en la que no habría de haber «más que un ladrillo con un número o inicial», reposan los restos de esta mujer ejemplar.

Tras su muerte, llegaron los recuerdos y homenajes; pusieron su nombre a calles y colegios, se organizaron veladas, se publicaron sentidos escritos laudatorios... No sólo en Gijón y en otros lugares de Asturias, también en el resto de España; no sólo en los días inmediatos a su entierro, también tiempo después: en 1931 el Ayuntamiento de Madrid acordó poner su nombre a uno de sus céntricos paseos; dos años después el presidente de la República inauguró el Grupo Escolar Rosario de Acuña en la barriada madrileña del paseo de Extremadura, hoy distrito de La Latina.

Todo cambió con la Guerra. Las nuevas autoridades no estaban dispuestas a que se recordara a quien tanto se había significado en pro de la libertad de conciencia y en defensa de la igualdad de mujeres y hombres. Su nombre se cayó de los calles, de los colegios, de los paseos; desapareció de los periódicos, de la mutilada memoria colectiva… Tanto fue así, tan eficaz resultó el borrado gubernativo, que años después apenas había alguien que supiera decir algo de ella, ni siquiera en Gijón, la ciudad en la que vivió los últimos años de su vida, la ciudad que le tributó un cálido homenaje el día de su entierro.

No obstante, hay quien está empeñado en recuperar su memoria (⇑). Amaro del Rosal, un asturiano exiliado en México, que en su juventud había conocido a doña Rosario, lleva un tiempo recopilando materiales con la intención de publicar un libro sobre ella. Entre sus colaboradores en España se encuentra el gijonés Luciano Castañón, quien a finales de los sesenta le informa que ha localizado en Gijón a una anciana que fue amiga de Rosario de Acuña. Además de sus recuerdos vividos, la mujer ha guardado durante décadas algunas de sus cartas, recortes de periódico, fotografías y otros variados recuerdos entre los que se encuentra su famoso testamento.

 Estos documentos son los que permitieron abrir una grieta en la desmemoria. Patricio Adúriz, Javier Ramos y el propio Luciano Castañón llevarán de nuevo el nombre de Rosario de Acuña a los titulares de la prensa. A ellos se unirá posteriormente José Bolado, promotor de una reedición de El padre Juan, y Daniel Palacio, quien publicará una esclarecedora investigación sobre la actividad montañera de doña Rosario. El mayor conocimiento que se va teniendo sobre esta gijonesa ejemplar, será una de las razones que impulsará al Ayuntamiento a comprar en los años ochenta la que fuera su casa en El Cervigón; también para que, tiempo después, aprobara denominar Paseo Rosario de Acuña a un tramo del sendero costero.

Cuando me empecé a interesar por ella, de esto hace ya más de veinte años, ya no era una desconocida, aunque aún quedaba mucho por conocer. En 2005 publiqué Rosario de Acuña en Asturias (anticipo de Rosario de Acuña y Villanueva. Una heterodoxa en la España del Concordato (⇑)); en 2007 José Bolado da inicio a su inestimable edición de las Obras reunidas, donde recoge buena parte de su obra, que fue recopilando tras años de búsqueda. A estos trabajos siguieron otros, dentro y fuera de Asturias. A medida que iba conociendo más cosas sobre ella, me di cuenta de que, al tiempo que investigaba, era preciso divulgar cuanto descubría, de ahí que siguiera publicando nuevos libros, de ahí que en 2009 pusiera en marcha la página Rosario de Acuña y Villanueva. VIDA y OBRA (www.rosariodeacuna.es ⇑), y el blog de comentarios que la complementa (⇑). La gijonesa de El Cervigón es cada vez más conocida. Además de la Asociación de Viudas de la República, que lo hizo en los años setenta a propuesta de Paz Fernández Felgueroso, su nombre quedó unido a un instituto de secundaria de la ciudad, a una agrupación coral femenina, a una escuela feminista…

No obstante, en los últimos años asomaron síntomas que parecían indicar que aquel impulso inicial iba perdiendo intensidad: no había ningún rastro del paseo con su nombre, su casa no tenía un uso conocido… De ahí que, ante la proximidad del centenario de su muerte, creí necesario avivar la llama. Hace ahora cuatro años se lo recordaba en un escrito a quienes, tras las elecciones de entonces, iban a integrar la corporación municipal; y en marzo del año pasado, gracias al interés y apoyo de Eloy Méndez, redactor jefe y responsable de la edición gijonesa de La Nueva España, inicié esta serie de artículos con el doble objetivo de mantener activado el aviso de la efemérides y de recordar quién fue esta ejemplar convecina. 

No sé si habrá tenido algo que ver la aparición durante los últimos catorce meses de estos escritos (treinta, contando con el que, a modo de introducción, estuvo dedicado a la estación de Gijón-Rosario de Acuña (⇑) y con este epílogo que los cierra), pero en este año del centenario de su muerte, tal parece que Rosario de Acuña ha recuperado protagonismo en la ciudad en la que quiso vivir y morir. Gracias a la red colaborativa impulsada por Goretti Avello, Adelina Lena y el resto del equipo de la Dirección General de Igualdad, han florecido diversas iniciativas. Tras el calendario y la agenda que habitualmente publican –y que este año están íntegramente dedicados a doña Rosario– han sido editadas también una Ruta cultural Rosario de Acuña y una unidad didáctica (ambas obra de Carmen Suárez), ha habido conferencias, exposiciones (la diseñada por el Fórum de Política Feminista continúa su periplo por diversos institutos gijoneses tras permanecer varias semanas en el Antiguo Instituto)…

Llegado el mes de mayo, el mes del centenario, los actos se suceden. El pasado miércoles en la remozada casa de El Cervigón se inauguró una exposición que pretende acercarnos a su testimonio vital, a su vida y a su obra; dos días después uno de los grupos de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Asturias (ESAD) estrenó en el teatro Jovellanos Rosario Reflejo de Acuña, un atractivo espectáculo dirigido por el profesor Francisco Pardo que, con un montaje sugerente y emotivo, de gran plasticidad y dinamismo, nos va mostrando los hitos más importantes de su biografía, recuperando su pensamiento librepensador y la vigencia de su lucha.

 De todas las actividades en las que, de una manera u otra, he colaborado en este tiempo, quizás las más esperanzadoras e ilusionantes sean aquellas que han tenido por protagonistas a los grupos más jóvenes de nuestra comunidad. Tal fue el caso del encuentro que mantuve con alumnas (la mayoría) y alumnos de la ESAD: querían conocer mejor a doña Rosario y sus intervenciones me demostraron que se habían metido de lleno en el personaje. Lo mismo me sucedió con el alumnado de sexto curso del Colegio Público Príncipe de Asturias: para mi sorpresa, mantuvieron su atención durante casi dos horas de reunión, realizando preguntas muy atinadas, tomando notas y siguiendo con detalle cuanto se decía. Lo dicho: esperanza e ilusión.

Mayo de 2023: mes del centenario, mes de elecciones… Toca pensar en el futuro ¿Qué hará la nueva corporación municipal con la Casa de Rosario de Acuña cuando finalice la exposición? ¿La mantendrá abierta y le dará un uso apropiado?, ¿la cerrará y pasará a estar, de nuevo, sin uso conocido? En cualquier caso, hagan lo que hagan al respecto, estoy convencido de que cada vez serán más los ojos que, al mirar aquella casa, recordarán con gratitud a la gijonesa que allí vivió: todo un ejemplo de honestidad, coherencia y generosidad para quienes aún seguimos en el camino. 

 

La Nueva España, edición de Gijón, 10 de mayo de 2023





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Rosario de Acuña y Villanueva. VIDA y OBRA (⇑)

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12 mayo

264. Unidas en el homenaje


Antonia Soguero, concejala de Igualdad de Pinto, y Ana González, alcaldesa de Gijón, en el homenaje a Rosario de Acuña que tuvo por escenario la que fuera su casa gijonesa [@AytoPinto]
En Madrid nació y en Madrid vivió los primeros veinticinco años de su vida. Luego fue vecina de Zaragoza, de Pinto, de Cueto y Bezana (cántabras las dos), y en Gijón vivió los últimos años de su vida, y en Gijón murió. Pasó temporadas en el terruño jiennense, con su familia paterna, en Andújar y en Baeza, disfrutando de la campiña y de la serranía. Cabalgó durante años, en expediciones que se prolongaban varios meses, por las tierras de su querida España, por el norte y por el sur, por el este y por el oeste. Llegada la hora de su muerte, se acordaron de ella en localidades grandes y pequeñas, y pusieron su nombre a paseos, calles y escuelas...

A medida que se iba aproximando el centenario de su muerte, tanto en Pinto como en Gijón hubo quien empezó a hablar del asunto, de la oportunidad de organizar algún acto que la recordara cien años después de su fallecimiento. De las intenciones se pasaron a los hechos, y antes de que se iniciara 2023 ya conocíamos el programa de actos que tanto en Gijón como en Pinto se había preparado (⇑) para recordar a quien fue una de sus vecinas más ilustres y ejemplares.

Entra las actividades programadas por el Seminario de Historia Local de Pinto se encuentra una visita a Gijón del viernes 5 de mayo (día del centenario de la muerte de Rosario de Acuña) al domingo día 7. Se tiene previsto realizar una caminata hasta el lugar donde se halla la que fuera su casa en El Cervigón y acercarse hasta el cementerio civil, donde se encuentra su tumba. La noticia del viaje llegó al Ayuntamiento de Gijón y, como no podía ser de otra manera, se coordinaron los actos programados para esos días.

A las seis de la tarde del día 5 y en el Museo del Pueblo de Asturias, la delegación pinteña, presidida por la concejala de Mujer, Antonia Soguero, y el presidente del Seminario de Historia Local (SHLP), Luis Roldán, fue recibida en el Museo del Pueblo de Asturias de Gijón por la alcaldesa de la ciudad, Ana González, la concejala de Memoria Histórica, Salomé Díaz, y el concejal de Cultura, Manuel Ángel Vallina. Allí pude saludar a algunos integrantes del SHLP, a Luis Roldán (presidente), a Mario Coronas (vicepresidente), a Antonio García, comisario de la exposición Rosario de Acuña y Villanueva (1850-1923): Vigencia de una pensadora,  de la cual ya he dado cuenta en un comentario anterior (⇑); también a Eulalia Ramírez, promotora y organizadora de varias rutas por Madrid bajo el nombre «Las Invisibilizadas», que actualmente está preparando una que tiene a Rosario de Acuña por protagonista; o a Asunción Bernárdez, profesora  de la Universidad Complutense,  directora del Instituto de Investigaciones Feministas de la citada universidad y autora de Rosario de Acuña: Ráfagas de huracán, obra de teatro estrenada en el Centro Dramático Nacional en octubre de 2018 (⇑).

La expedición de Pinto es recibida en el Pueblo de Asturias por la alcaldesa de7 Gijón   [@AytoPinto]

Desde el Museo del Pueblo de Asturias nos trasladamos al Teatro Jovellanos para asistir al estreno  de Rosario. Reflejo de Acuña, el espectáculo que uno de los grupos de la Escuela Superior de Artes Escénicas de Asturias (ESAD) llevaba meses preparando, bajo la dirección del profesor Francisco Pardo. Creo que la expectación se me notaba en la cara:  nada de lo que pasara en el escenario me resultaba ajeno. Semanas atrás había conversado largo y tendido con su director; luego estuve en la ESAD para hablar con el alumnado de la asignatura Taller de Nuevas Dramaturgias, las actrices y los actores que ahora iban a salir al escenario y que entonces, por las preguntas que me hicieron, me habían demostrado que se habían metido de lleno en el personaje; también había leído el guion, el texto final del espectáculo con sus trece escenas...  Todo iba a salir bien...

Bien, no, ¡fenomenal! Al final, a mí se me nublaron los ojos y el público aplaudió con ganas. A la salida: coincidencia en los parabienes. Hubo incluso quien hablaba de la conveniencia de que aquella no fuera la única representación, de que hubiera más en otros lugares de Asturias. Posteriormente y ya con más calma, escribí acerca del espectáculo que había visto, y disfrutado: «un montaje sugerente y emotivo, de gran plasticidad y dinamismo, que nos va mostrando los hitos más importantes de su biografía, recuperando su pensamiento librepensador y la vigencia de su lucha» (La Nueva España, 8 de mayo de 2023).

Cartel anunciador del estreno de Rosario. Reflejo de Acuña

Sábado 6 de mayo. Como cada año por estas fechas, diversas asociaciones gijonesas mantienen vivo el recuerdo de la liberación del campo de exterminio de Mauthausen (5 de mayo de 1945) y de la muerte de Rosario de Acuña (5 de mayo de 1923). Con este motivo se desplazan por el sendero de El Cervigón hasta el Monumento a los asturianos deportados a los campos nazis, descendiendo posteriormente hasta la Casa de Rosario de Acuña. En esta ocasión,  la delegación de Pinto se unió en el homenaje al Ateneo Obrero de Gijón, la Sociedad Cultural Gijonesa, la Tertulia Feminista Les Comadres, la Logia Rosario de Acuña y la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR). Tras una agradable caminata por el sendero litoral (incluido el tramo que lleva el nombre de nuestra protagonista (⇑), como bien señalan las placas que, por fin, treinta y tres años después de que fuera aprobado por el pleno municipal, así lo indican a quienes por él transitan) llegamos hasta la escultura-monumento erigida en recuerdo de las víctimas de la barbarie nazi.

Placa informativa del Paseo Rosario de Acuña
Tras escuchar con atención las palabras allí pronunciadas en recuerdo de los asturianos que fueron exterminados por los nazis, se procedió a colocar una corona a los pies del monolito Nunca más, también conocido como Monumento a las víctimas del Holocausto. Mientras caminamos en dirección a la Casa de Rosario de Acuña, todavía se escuchaban los ecos de aquellas palabras escritas en el granito: «Varios cientos de asturianos fallecieron en los campos de exterminio nazis. Otros muchos, tras enormes padecimientos, lograron sobrevivir al horror. Fue en la quinta década del siglo XX que este año acaba, exaltando los valores y los derechos que regirán siempre a las sociedades dignas. La libertad, la tolerancia, la solidaridad, el respeto a la vida humana. Erigimos este monumento. Gijón 2000» 

Llegados a las puertas de la remozada casa, tuvo lugar el homenaje a Rosario de Acuña con la intervención de las distintas entidades convocantes (también la de Antonio García Menéndez, representante del Seminario de Historia Local de Pinto, quien se refirió al pasado pinteño de doña Rosario y abogó por la cooperación entre las dos localidades para preparar conjuntamente la celebración del 175 aniversario del nacimiento de la ilustre librepensadora en el año 2025). Acto seguido, la alcaldesa de Gijón y la concejala de Igualdad del Ayuntamiento de Pinto colocaron un ramo de flores ante el retrato de Rosario de Acuña instalado en la fachada de su casa, anunciando la exposición que se muestra en su interior, y que fue visitada posteriormente, con la recomendación previa, eso sí, de tener activado en el móvil un lector de códigos QR, lo cual nos va a permitir leer los que se encuentran en los paneles y, de esa manera,  poder escuchar las palabras de doña Rosario en las voces de las alumnas de la ESAD.

Panel de la exposición situado en el vestíbulo de la Casa de Rosario de Acuña

Por la tarde le toca el turno a la Ruta Cultural Rosario de Acuña (⇑), elaborada por Carmen Suárez, y que nos invita a recorrer aquellos lugares de la ciudad que estuvieron, de una u otra forma, vinculados a esta ilustre vecina afincada en El Cervigón. Aunque la expedición realizó alguna que otra modificación, la ruta se inicia en La Escalerona, desde donde podemos observar la Casa de Rosario de Acuña, para continuar después por la Ciudadela de Celestino Solar, los teatros Jovellanos, Robledo y Dindurra, la calle Covadonga (donde tuvo su sede el diario El Noroeste y la Escuela Neutra), el teatro de los Campos Elíseos, para finalizar en El Muro, en las proximidades del lugar en el que tiempo atrás  se alzaron las Casas de Veronda (Beronda), sede del Ateneo Obrero en los años veinte y treinta del pasado siglo. La ruta incluye dos finales opcionales: la que fuera su casa y su tumba. Como en la primera ya estuvimos, nos queda pendiente la visita al cementerio civil. Quedamos para  la mañana siguiente, la del domingo 7 de mayo. 

Cuando el autobús que trasladaba a la delegación pinteña llegó a las puertas del cementerio, allí se encontraban ya quienes habían sido sus habituales acompañantes durante la visita, en todos y cada uno de los actos programados. No faltó el Ateneo Obrero (representado, como sucedió en este caso, por su presidente Luis Pascual, por la vicepresidenta  Emilia Vázquez o por los dos); tampoco la historiadora Carmen Suárez, ni la concejala Salomé Díaz; ni la directora de Igualdad, Goretti Avello; ni la jefa de servicio de Igualdad, Adelina Lena.

 Ofrenda floral ante la tumba de Rosario de Acuña [SHLP - La Nueva España]

Una vez en el interior del recinto, la expedición se acercó hasta la austera tumba de Rosario de Acuña, en cuya lápida tan sólo figura un ladrillo con sus iniciales, como ella había dejado escrito en su testamento (⇑). Tras la visita, el blanco y desnudo mármol quedará temporalmente ataviado con el ramo de flores que allí depositaron el presidente y vicepresidente del Seminario de Historia Local en nombre del pueblo de Pinto. A continuación, Antonio García Menéndez nos guió por los pasillos del cementerio civil, donde pudimos ver las tumbas de algunos conocidos masones gijoneses como la de Eleuterio Alonso Álvarez, uno de los promotores de la Escuela Neutra; también la del socialista Eduardo Varela, a quien Rosario de Acuña homenajeó confeccionando con sus propias manos una corona de flores, tal y como ella dejó escrita en una carta remitida en 1915 al presidente de la Agrupación Socialista Gijonesa (⇑).

El recorrido por el cementerio civil y la ofrenda floral sobre la tumba de Rosario de Acuña Villanueva pusieron término a la visita que una expedición de la localidad pinteña realizó a Gijón para recordar a quien fue una de sus ilustres vecinas con ocasión de cumplirse el centenario de su muerte. Las ciudades de Pinto y Gijón se unieron en el homenaje que en el mes de mayo de 2023, cien años después de su muerte, rindieron a esta mujer ejemplar que en Pinto renació y en Gijón pasó los últimos años de su vida.

 




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Novillada en Pinto. Grabado de M. Vierge a partir de un boceto de M. Ubarrieta (Le Monde Ilustré, París, 14/9/1872) 201. Alerta en la villa de Pinto
La situación debió de volverse un tanto incómoda para aquella mujer que recibe tantas visitas de forasteros, que tantos viajes realiza, que celebra animadas veladas en su vivienda...




Portada del libro158. ¿Quién fue Rosario de Acuña? (Nuevo libro)
Una versión más «biográfica» y actualizada que alberga la pretensión de satisfacer tanto a quienes hayan leído mis anteriores libros a ella dedicados, como a cuantos se acerquen por primera vez a la figura de nuestra protagonista... 
 
 
 

Plano de Pinto del año 1924 con la probable localización de la casa de Rosario de Acuña52. «En busca de la casa de Rosario de Acuña en Pinto», por Mario Coronas Arquero
Las investigaciones realizadas por el autor de este artículo, le llevan a localizar el lugar donde estuvo situada la quinta Villa Nueva, la casa situada a las afueras de Pinto que fue morada...



Fragmento de la carta publicada en Las Dominicales34. Pidiendo por las calles de Pinto
Una epidemia de cólera causa estragos en el Levante español. En Murcia causó los mayores estragos a juzgar por el elevado número de defunciones, los aislamientos, las partidas de auxilio para los damnificados. Rosario de Acuña se echa a las calles...


Rosario de Acuña y Villanueva. VIDA y OBRA (⇑)

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